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Un amigo contrajo nupcias hace unos días y me pidió que le colaborara con mi auto como carroza nupcial. A lo cual yo accedí. Y la verdad fue muy divertido por todas las cosas que pasé: rnrn Aventura…, Acción…, Suspenso… en las aventuras de…


El Comienzo rn

Como fue con cierto tiempo de anticipación no se me hizo problema el enterarme que Bucéfalo (así se llama mi auto 🙂 )iba prestar sus servicios en el matrimonio. Sin embargo, a medida que se acercaba el día de la boda, me comenzaba a preocupar porque en los lugares donde iba a estar iba a ver mucho trafico clásico Limeño, no sabía quién iba a manejar a Bucéfalo y me comenzaba a preocupar; habían muchos pensamientos en mi cabeza: si la persona tenia experiencia, tendría la suficiente pericia para manejar con tráfico, en la noche, dónde iba a estar estacionado o si podría manejar con prudencia sin meterse a huecos y demás de nuestras «muy bien conservadas» pistas. Mi amigo estaba conciente de que sí pasaba algo con mi auto el asumiría toda la responsabilidad y la verdad también no lo veía tan seguro de la persona que el designó para conducir a Bucéfalo. rnAsí que por decisión de los dos yo sería el chofer

rnrnLa Ida

No conocía el distrito donde tenía que recojer a la novia (nunca fui por ahi), mi amigo me hizo un croquis, muy explicativo y me aventuré a ir; sólo y sorteando el trafico de Lima. Llegué al distrito, seguí las instrucciones del croquis y muchas preguntas en el camino, que hicieron que conozca algo más de LIma.rnLlegué hasta el Ovalo de Santa Anita, que por cierto no se mucho del distrito, pero no hay ningún óvalo ahi. Me imagino que en algún momento hubo alguno. de ahi crucé varias cuadras, pregunté a varias personas y llegué a la casa.

Al llegar me di cuenta que mi auto recién lavado tenía ya una capa de polvo. Pero bueno, procedieron a adornar mi auto con flores con adornos ya diseñados. rnrnComo ya es costumbre en nuestro medio, la novia se hizo esperar (no mucho felizmente). Yo para estar acorde con el momento puse en la radio de Bucéfalo una emisora de música clasica para estar a tono con el momento (102.7 fm ) y para mi suerte, se comienza a oir marchas algo fuertes, que hicieron que la novia se ponga más nerviosa.

b>Por fin llegamos a la Iglesia, se celebró la ceremonia y aqui comienza todo.rnSalimos de la Iglesia para dar el clásico primer paseo romántico de los esposos; yo tuve la idea de decirles amigos del trabajo que nos acompañen un trecho por siacaso. Primer sitio: La plaza mayor de Lima (o Plaza de Armas) pasando por la Alameda de los Descalzos. Salimos del distrito de Zárate (distrito que tampoco conocía) ya con los 10 parlantes de bucéfalo con música clásica acorde con el momento (102.7 FM).

Me confié en los conocimientos de mi amigo, su esposa y la camarógrafa; al principio todo iba bien, sin embargo cada uno se ocupó en lo suyo: la camarógrafa en filmar, yo en tratar de no pasar por gran cantidad de baches que habían en el camino y cuidarme de las «combis asesinas» y «ticos kamikases» y los novios en esos asuntos de novios propios del momento :-D. rnrnDespués un «OOPs» resume todo lo que paso: no salimos a la vía de evitamiento (por donde debíamos entrar para llegar rápidamente a la plaza mayor) porque nadie avisó con anticipación de la única entrada en ese sitio. Seguimos de frente y el panorama comenzó a cambiar: las caras que se veían comenzaron a ser más grotescas, había más cantidad de comercio de «todo tipo» y oh! sorpresa! veo un auto verde con todos los amigos de la oficina que se me pone delante y suena mi celular: «para dónde van?» me dijeron, «esa no es la ruta!, esta zona es peligrosa!». Era nuestra recién contratada escolta (ad honorem) de 6 personas en terno Negro con manos en el bolsillo de la camisa (simulando estar armados) nos guió por «la mejor zona de Lima».rnEran vueltas a derecha e izquierda de un auto Verde por adelante y un auto negro adornado con flores. Calles con puros huecos, caras desafiantes, grupos de muchachos, pirañitas (grupos de niños ladrones) y lugares de poca luz era el paisaje de nuestro nupcial tour. Uno de los integrantes de nuestra «seguridad» hacia «guía» y me iba explicando por celular los diferentes lugares de Barrios Altos, Cinco Esquinas, la Huerta Perdida y los cementerios que pasamos; clásicos lugares no recomendables para paseos de turistas, trolls, chicheros o gente normal que estime su integridad sobre todo física. La verdad no tengo certeza de cuanto tiempo estuvimos recorriendo este tipo de sitios pero en ese momento no tenía níngún otro interés que no sea ver que nadie se acerque a mi auto y no perder el auto verde delante mío. Los novios no negarían que estaban teniendo un paseo muy singular con harta emoción y adrenalina.

Hasta que al fin, gracias al conocimiento del conductor del auto Verde, llegamos a uno de los puentes del Rimac. Vimos el nuevo parque «Chabuca Granda». Por fín civilización!rnrnYa que la calle que va hacia la plaza mayor estaba cerrada por policías. fuimos por el estacionamiento debajo del parque; llegamos al puente Tacna, donde no había luz y divisamos un grupo de 15 personas debajo del puente donde se tiene que pasar para salir del estacionamiento. El auto Verde al ver esto, trató de ir por otra «salida», que en sí era la entrada y era de una sóla vía. Es decir trató de irse en contra. Luego se dió cuenta, paramos segundos y sin pensarlo dos veces aceleré seguido por el auto Verde con la idea de pasar debajo del puente para salir lo más rápido posible de ese sitio. Mientras nos acercábamos se divisaba una gorro de policía.

En mi auto se despejaban las dudas de que si era un policía o un «choro» (ladrón) que asaltó un policía para robarle el gorro. Mis lunas polarizadas reforzadas con anti-impacto no me daban confianza a pesar que se veían bien junto a los adornos de flores blancas que colgaban de diversos lugares de Bucéfalo. rnrnPero ahi estaba! nuestra fiel escolta detrás; también pasando ráudamente por esos singulares sitios. Felizmente salimos sin problemas.rnrnLlegamos a la plaza mayor y a mí se me ocurrió sacar un potente lámpara que siempre llevo en la maletera, la que usé para alumbrar a los novios y ayudar a la filmación del recuerdo desde mi auto estacionado y alumbrar a los integrantes de la nuestra escolta en todo el camimo :-D.rnrnLlegó la hora de irnos, paseamos por El Olivar de San Isidro (distrito que sí conocía) clásico lugar de visitas de recién casados, donde me enteré que el auto de nuestra fiel escolta tenía un percance con el tuvo de escape, percance que sirvió para crear un montón de bromas entre nosotros.rnrnDespués, la comitiva recogió a otro integrante de peso de la escolta, cerca de ahi, para luego seguir hacía la recepción de los novios.rnrnFué la primera vez que hice de chofer de carrosa de novios. Muy buena experiencia y se los aseguro, nínguno de los asistentes olvidará ese paseo. rnrnPosdata:

Gracias a los integrantes de la fiel escolta, que hicieron posible que escribiera estas líneas así como también de que los esposos, la camarógrafa y yo no aparezcamos en las páginas policiales de los periódicos de nuestra ciudad.